Tuesday, May 19, 2015

Regalos de la naturaleza: aceite de almendras dulces

Siguiendo con el hilo de la anterior entrada, en la que os hablaba del aceite de argán, quiero contaros mi experiencia con otro aceite el cual hace ya tiempo que está en mi tocador: el aceite de almendras dulces.

Se trata de un aceite más graso que el de argán, es decir, más untuoso y que deja más residuo, pero sin llegar a la textura del aceite de oliva... digamos que está en un punto medio. Yo lo uso principalmente en el pelo, porque para la piel me parece demasiado grasiento, aunque en ocasiones en los que mi piel está muy deshidratada me viene perfecto.
Es nutritivo y reparador, para pieles muy secas un buen truco es aplicarlo en todo el cuerpo después de la ducha, el resultado es maravilloso, o para labios agrietados, o durezas en los codos, o manos castigadas (en este caso calentar ligeramente el aceite, aplicarlo en las manos y meter éstas en unos calcetines 10-15 minutos... y manos como nuevas señoras), en definitiva, aporta nutrición e hidratación extra sin dejar un residuo exagerado.

Yo lo uso hace un par de años, cuando empecé con la crisis del cabello (...ya os contaré esa historia), necesitaba un producto muy muy hidratante, muy nutritivo y lo más natural posible, así que empecé a probar cosas. Lo que mejor me funcionaba era el aceite de oliva, pero era demasiado grasiento, me dejaba el pelo demasiado apelmazado, incluso me sacaba algún granito por la frente.
Por cierto, he de hacer aquí una aclaración, yo el aceite lo usaba (y lo uso) como un acondicionador sin aclarado, es decir, lo aplicaba (y lo aplico) con el pelo mojado después de lavarlo y antes de desenredarlo, y ahí lo dejaba (lo dejo).
Hasta que un día, comprando en mercadona, me encontré con el aceite de almendras dulces y decidí probarlo... y di en el clavo (diez puntos para Gryffindor!), me aporta la hidratación y nutrición que necesito, la justa, ni más ni menos. Después de un tiempo dejé de comprar el aceite de mercadona y probé con otros orgánicos, como éste de Tea Natura que compré on-line, y el resultado fue mejor porque hidrata más y deja aún menos residuo, así que genial.

Y hasta aquí el post, espero no haber olvidado nada, aunque si tenéis cualquier duda podéis dejarla en comentarios y procuraré contestarla rápidamente.
Un abrazo muy grande y  salud!!


Wednesday, May 13, 2015

En primera persona: cuando el cáncer entra en la familia

Hola a todos de nuevo (nunca se como empezar a escribir...), hoy me decido a comenzar otra nueva sección, quizá un poco más especial que las demás.

En este apartado de mi pequeño blog voy a hablaros sobre algunas experiencias que he vivido o estoy viviendo y que, de algún modo, están relacionadas con el biomundo, o al menos yo les he sacado relación; vendrían a ser aplicaciones prácticas de todo lo que aquí escribo, porque mi interés sobre los productos ecológicos no surge de un día para otro sino que se ha fraguando poco a poco...como casi todo en esta vida. Comencemos.

Ya solo el título de este post asusta un poco, <<...cáncer en la familia >> , supongo que será porque es natural temer la enfermedad, y más cuando te toca cerca, pero de nada me sirve convertir este tema en tabú... no pienso transformar el cáncer en “el que no debe ser nombrado”, no... me niego. Así que voy a hablar del cáncer, de mi limitada experiencia, sin mitos ni historias, con todo mi respeto y con todo mi cariño.

No hace mucho que me enteré que mi familiar tenia cáncer, quizá un mes o dos, fue algo inesperado para todos. La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre nuestras cabezas, recuerdo que unos agacharon la mirada, tristes, otros nos miramos incrédulos...al final lo que parecía ser una hemorroide tormentosa acabó siendo un cáncer de recto.
Llegados a este punto debo decir, debo recalcar la importancia del diagnóstico precoz, señores y señoras: si algo nos duele o nos molesta, si notamos algo raro en nosotros hay que ir al médico, sin volvernos locos, pero hay que ir.
Este familiar del que os hablo tiene cincuenta y pocos años, está casado y tiene dos hijos, llevaba una vida activa, no fuma, no bebe.

La noticia me afectó bastante, posiblemente porque me pilló en una mala racha, y empecé a plantearme esas cosas que todos sabemos pero que nunca pensamos, la fragilidad de la vida, la importancia de la familia, la muerte...etc, menos mal que a mi alrededor hay personas cabales y coherentes, de esas que te ponen los pies en la tierra, así que aterricé de mi nube y dejé a un lado las cuestiones metafísicas (todo lo que fui capaz) y me puse a pensar qué podía hacer.
Yo no soy médico, ni se nada sobre el cáncer, pero si se que hay sustancias cancerígenas, si se que hay sustancias con las que estamos diariamente en contacto que son tóxicas, se que el apoyo psicológico es fundamental, que somos lo que comemos, y que, además de seguir a rajatabla las indicaciones del médico, hay otras cosas que se pueden hacer. Tenía todas esas ideas en mi mente y me puse a darles forma.
Comencé a buscar por Internet, a darle a la tecla, a ver vídeos, documentales...quería un libro, alguna suerte de manual explicativo, algo claro y conciso, práctico pero a la vez cercano, algo que te resolviese las dudas y a la vez te diese ánimos...un libro que pudiese leer una persona que, de repente, se había enterado que tenía cáncer. Encontré muchas cosas, mucha información, pero no era lo que buscaba, demasiado teórico, demasiado frío... entonces recordé haber visto algo en televisión, en una especie de programa-documental sobre alimentación, algo sobre una mujer con cáncer que había escrito un libro. El programa en cuestión se llama, o se llamaba (no se si lo siguen emitiendo), “En la caja”, y en cada episodio un periodista o presentador famoso, como por ejemplo Mercedes Milá, se introducía en ambientes o mundos un poco fuera de lo común, estilo “21 Días”versión light. El episodio que yo había visto de pasada era uno en el que Juanra Bonet se metía en una especie de comuna de veganos...o algo así. Os dejo el capítulo aquí por si os interesa. El caso es que en el programa aparecía una señora llamada Odile Fernandez que había escrito un libro de recetas anticancer. A mi esto de “Mis recetas anticancer”me pareció algo osado, algo provocador, pero hubo dos factores que me llamaron mucho la atención: 1. la señora había superado un cáncer bastante jodido (con perdón de la expresión) y 2. la señora era (es) médico, así que indagué un poco y acabé comprando los libros.

La sorpresa vino cuando comencé a leerlos, los leí primero porque no pensaba darle a mi familiar cualquier basura escrita por un charlatán, y descubrí que esa mujer no solo trataba el tema de los alimentos, sino también de los cosméticos, los parabenos, los productos de limpieza, insecticidas domésticos, perfumes, etc, etc, es decir, Odile Fernandez proponía un estilo de vida ecológico, alejado de todos los tóxicos que nos rodean, para combatir el cáncer, todo ello basado en argumentos completamente científicos.

En ese momento me dí cuenta que todo lo que había estado leyendo sobre “como tener un pelo sano sin sulfatos” o “cuida tu piel sin siliconas” iba mucho más allá, en ese momento fui consciente de que realmente es muy importante saber qué comemos y qué nos echamos en la cara, que podemos prevenir muchas cosas simplemente eligiendo un producto en lugar de otro.

No llevo mucho tiempo informándome sobre el mundo bio y los tóxicos, ni siquiera puedo decir que mi estilo de vida es ecológico, simplemente estoy empezando a descubrir muchas cosas que no sabía; ya no solo de lo que le hacen a los animales para comprobar que un colorete no es abrasivo, o de como añaden ciertos colorantes peligrosos para conseguir que un labial se venda más, hay mucho más detrás de todo esto...la mafia de los transgénicos, las condiciones de trabajo de los que hacen tus zapatillas “made in vietnam”, los que pagan el precio de la ropa barata...en fin, hay mucho más, hay un universo entero paralelo al nuestro del que no sabemos nada. Un universo aterrador al que me voy adentrando poco a poco.

Unos días después de que mi familiar saliese del hospital le di los libros, no sé qué habrá hecho con ellos, quizá no tenga ganas de leer sobre cáncer, no lo se, cada persona afronta la enfermedad a su manera y, la verdad, tampoco me parece apropiado preguntarle; desde luego yo se los di con la mejor intención, para que tenga más conocimientos, para que acumule más armas, para que sepa que el cáncer se puede superar y cómo hacerlo. Todo cuenta, cada granito de arena cuenta.
Dentro de unos meses le comentaré el tema, le preguntaré qué ha sido de los libros y si le han servido para algo, de momento la batalla acaba de empezar, y lo principal, que es mi apoyo y el de toda nuestra familia lo tiene por toneladas, así que ya veremos lo que nos propone la vida.

Un beso a todos y mucha mucha salud!!!



Sunday, May 10, 2015

Regalos de la naturaleza: el aceite de argán

En esta nueva sección voy a hablaros sobre esas sustancias naturales puras o poco manufacturadas que nos ofrecen grandes beneficios, porque a veces en la sencillez está la mejor respuesta.

Hasta hace poco, lo que conocía sobre el aceite de argán se reducía a lo visto en blogs y otras redes, pero un buen día, paseando por el mercadillo del pueblo vecino, me encontré con un puestecito que aseguraba vender "aceite de argán puro, ecológico y obtenido por presión en frío", ante tal declaración me detuve y empecé a curiosear. El señor que estaba vendiendo aquel producto me ofreció amablemente probarlo, me echó unas gotas en la mano mientras me decía que el aceite de argán puro era aquel que se absorbía rápidamente. En efecto mi piel absorbió el aceite a los pocos minutos, quedando muy suave e hidratada, nada grasienta...me quedé perpleja, así que decidí llevarme un tarrito.

En una entrada anterior, hablando sobre una crema de la marca Lavera, dije que la crema estaba bien pero que mi piel es un poco radical, tiene partes muy grasas y otras muy secas, y que no llegaba a hidratarme lo suficiente, bueno, pues ese problema se acabó cuando el argán llegó a mi vida.
Quizá lo que más me ha sorprendido de este aceite es que no deja grasa, es decir, comparado con otros aceites, como el de almendras dulces o el de oliva, el argán se absorbe a los 5 minutos sin dejar la película aceitosa característica, dejando la piel muy suave y elástica. Además no me ha sacado ningún granito..¡¡¿qué más quieresss?!!

Actualmente lo utilizo a diario, me lavo la cara con un jabón suave y me aplico unas gotas masajeando lentamente, el resultado es de diez, me ayuda muchísimo con la sequedades y los eccemas resultado de la alergia (si, las gramíneas son maravillosas), me parece espectacular. En el pelo no lo he usado porque me da pena, el tarro de 30 ml me costó 10€, y con la melena que tengo no daría a basto.

De momento solo he probado este aceite de argán, el del misterioso señor del mercadillo, pero en cuanto se me acabe probaré con otras marcas a ver que tal, pero desde luego este aceite 100% puro de argán ha salvado mi piel de la primavera.

Un abrazo muuuy grande y salud!!!